30 Nov 30 de noviembre, Día internacional de la Lucha contra los Trastornos de Conducta Alimentaria

En la anterior entrada del blog comentamos maneras de ayudar a una persona con un posible trastorno de conducta alimentaria (TCA) y definíamos los TCA como trastornos mentales graves que se caracterizan por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso. Con motivo del 30 de noviembre, día internacional de la lucha contra los Trastornos de Conducta Alimentaria, aprovecharemos para hablar sobre los mitos que rodean a este tipo de trastornos, cómo se ve implicada la sociedad occidental en este miedo a los cambios en nuestro cuerpo y explicaremos que la recuperación de un TCA es muy posible

1.Mitos y realidades

2¿Tenemos miedo a engordar?

2.1.Gordofobia.

3.La recuperación es posible

1. Mitos y realidades

A continuación, presentamos algunos de los mitos más comunes acerca de estos trastornos. ¿Qué sabes realmente sobre ellos?

·      «El TCA lo tiene uno porque quiere. Es un capricho, por llamar la atención. Es un mero fenómeno de la adolescencia».

Un trastorno psicológico es mucho más complejo. El TCA es un trastorno psicológico grave que provoca en quien lo sufre una gran dificultad para gestionar sus emociones; más si éstas están relacionadas con el aspecto físico y la comida. Esta situación conlleva gran sufrimiento y graves limitaciones en su desarrollo personal, social y familiar. Es más común que se pueda desarrollar en la adolescencia, pero puede aparecer a cualquier edad.

   ·      «Siempre que alguien sufre un TCA, debe tener un cuerpo delgado»

Muchas veces, la apariencia física de la persona que sufre un TCA tiene un peso que podría considerarse estándar. La persona afectada no necesariamente tiene que estar en un infrapeso. Si creemos que todo el mundo que sufre un TCA estará delgada o delgado, podemos tardar mucho más tiempo en detectarlo o no llegar a hacerlo.

·         «El TCA se puede superar con fuerza de voluntad«

Resolver un trastorno psicológico es mucho más complejo, es necesario un tratamiento con un enfoque integral. El trastorno alimentario no es un problema de “voluntad”, sino de una falta de formas de aprendizaje sanas que les permitan hacer frente a situaciones que supongan un “cuestionamiento personal” y les posibiliten otros estilos de relación interpersonal. Para esto es clave el trabajo terapéutico.

·      «El TCA no se cura definitivamente; hay que resignarse a convivir con él.»

Por supuesto que se puede curar, si bien es cierto que hay grados y modos de curación. Hay que tener en cuenta que el proceso es largo y pasa por diferentes fases, y que una curación definitiva puede requerir bastante tiempo y debe realizarse con el tratamiento adecuado.

2.¿Tenemos miedo a engordar?

En la sociedad actual, el modelo estético corporal que predomina es uno extremadamente delgado. Empezamos a interiorizar este modelo desde nuestra más tierna infancia. Todos los componentes de la sociedad (familia, amistades, escuelas, medios de comunicación, etc.) actúan como agentes transmisores de gran importancia. Realmente, estas ideas se transmiten en el día a día a través de comentarios, críticas, o bromas referidas al cuerpo y al control del peso.

Hablar de realizar una dieta para sentirnos mejor es algo que, desgraciadamente, está normalizado. El desarrollo y difusión de ese modelo estético corporal delgado constituye un gran factor de riesgo para la aparición de un TCA

Los TCA se convierten en una forma de vida para muchas mujeres -y cada vez más hombres-, con el fin de obtener una identidad mediante la apariencia corporal. El control de peso y la manipulación de la comida son los principales métodos para obtener una imagen corporal delgada. De esta manera, estas personas intentan arreglar sus dificultades psicológicas reales como pueden ser el sentimiento de falta de valía personal, la mala gestión de las emociones, el miedo al rechazo, las dificultades en las relaciones sociales, etc. Principalmente, una baja autoestima a través del control de su físico

En resumen, el paciente con TCA intenta crear un cuerpo perfecto que pueda controlar y dominar, y con el que considera que obtendrá éxito personal y aceptación social

2.1 Gordofobia

Es posible que hayas escuchado o leído esta palabra alguna vez. El término gordofobia se define como el miedo o desagrado exagerado a engordar, a la gordura propia o ajena.

A la vez que vamos interiorizando un modelo estético ideal relacionado con la delgadez, vamos desarrollando gordofobia. Cada anuncio de televisión que vemos, cada película o cada revista que disfrutamos, están impregnados con esta idea. El modelo corporal que está principalmente visibilizado en estos medios es el delgado, el resto de cuerpos no aparecen o aparecen unidos a una crítica hacia su aspecto o su salud.

Durante toda nuestra vida nos muestran que los problemas se solucionan teniendo un cuerpo delgado. Una persona puede desarrollar (o está desarrollando ya) un problema alimentario cuando cree que, obteniendo una apariencia delgada, reducirá las complicaciones de su vida

Esta persona puede decidir comer o no comer para calmar la ansiedad, resolver de forma temporal su inseguridad y enfrentarse a la vida. Sin embargo, a largo plazo esta idea no se puede sostener, ya que nuestros cuerpos van cambiando a lo largo de nuestra vida y estas técnicas perderán ese efecto deseado.

3.   La recuperación es posible

Es un camino largo, pero es posible. Alrededor del 50-60% de los casos se recupera totalmente, un 20-30% lo hace parcialmente, y sólo un 10- 20% cronifica la enfermedad

Aunque en ciertos casos, algunas personas señalan la persistencia en el tiempo de determinados síntomas, la mayoría de las personas refieren mejoría total sin limitaciones relacionadas con la comida o su cuerpo. Incluso se obtiene mejoría y curaciones en pacientes después de muchos años de enfermedad.

Los TCA se pueden curar, pero generalmente es necesario un tratamiento intensivo con profesionales especializados

Es importante saber que la recuperación rara vez es rápida, y en la mayor parte de los casos puede llevar varios años. El diagnóstico precoz y la intervención temprana están asociados a un mejor pronóstico.

Como conclusión…

La sociedad en la que nos movemos sigue teniendo una gran influencia a la hora de relacionarnos con nuestro cuerpo. Por tanto, algo que podemos empezar a hacer es seguir informándonos a través de profesionales de la salud que se salgan de este marco. Cada vez hay más médicos, nutricionistas, fisioterapeutas, psicólogos y psicólogas… que pueden ayudarnos

Podemos buscar cultura que incluya todo tipo de cuerpos. Series, películas, novelas, programas de televisión… que, poco a poco, van ampliando el marco y haciendo que todas las personas podamos sentirnos representadas.

Seguramente en nuestro entorno más cercano, escuchamos y veamos conductas que perpetúan la idea de búsqueda de delgadez como búsqueda del éxito. Podemos, poco a poco, ir introduciendo estas ideas y buscando ambientes seguros para poder desarrollarlas y seguir aprendiendo

Nos toca desarrollar un pensamiento crítico y replantearnos nuestras creencias para, así, poder desaprender lo que nos han inculcado. De esta manera, podremos criticar a las industrias que siguen perpetuando estas ideas para que, poco a poco el modelo vaya evolucionando hacia la aceptación de todos los tipos de cuerpos

Raquel Aragoneses Velasco

Psicóloga sanitaria especializada en Trastornos de Conducta Alimentaria

Colegiada nº M-33871