Los motivos para acudir a un psicólogo pueden ser muy variados, no obstante, la línea común es encontrarse en una situación de crisis o angustia vital que puede estar provocada por las circunstancias que nos rodean y/o porque me veo incapaz de poder manejar la situación de una manera distinta, es decir, me gustaría cambiar cosas de mi personalidad o de mi forma de actuar, pero siento que no puedo hacerlo.
Es importante que sepas que las sesiones tienen una hora de duración, y que al principio lo recomendable es que nos veamos una vez a la semana. ¿Por qué una vez a la semana? Porque necesitamos que haya una continuidad entre sesiones, de tal manera que podamos seguir trabajando con fluidez pero a la vez dejando unos días de margen para poder ir asentando lo que estamos viendo en la terapia, es decir, que tengas tiempo para poner en práctica las cosas que estamos trabajando.
Primeras 3 ó 4 sesiones
En terapia de adultos dedicamos las primeras sesiones a conocernos y a evaluar el problema de forma pormenorizada. Cuando hablamos de conocernos, nos referimos a generar el clima adecuado para que te sientas cómod@, escuchad@ y comprendid@; y para que nosotros entendamos porqué has pedido ayuda, desde cuándo está ese malestar, qué cosas has hecho ya para poder manejarlo, … Todas estas cosas forman parte de esas primeras sesiones en las que nosotros estamos haciendo una evaluación para poder ayudarte de la mejor manera posible y así diseñar un tratamiento a tu medida.
Quizá al realizar estas primeras sesiones de evaluación (no suelen ser más de 4) nosotros te propongamos trabajar algunas cosas que consideramos importantes, no obstante, los objetivos a trabajar serán consensuados de mutuo acuerdo. Trabajamos por objetivos porque creemos que es beneficioso tanto para ti como paciente como para nosotros como terapeutas, ya que nos ayuda a centrar la terapia, ir evaluando si está siendo eficaz y por tanto poder acortarla en el tiempo.
Sesiones de tratamiento
Una vez terminada la evaluación, te explicaré en qué va a consistir tú tratamiento.
Es decir, lo primero es entender exactamente porqué ocurre tu problema y cómo está funcionando en este momento para poder ir desmontándolo. Para ello, en el tratamiento trabajaremos para darte herramientas que te ayuden a manejar y a entender mejor dicho problema. Las herramientas dependerán de la naturaleza del problema, es decir, no trabajamos igual un problema de sexualidad, como la eyaculación precoz, que una depresión.
El trabajo que nosotros realizamos consiste en una terapia activa, esto significa que no trabajamos con diván, sino que siempre nos sentaremos de frente y charlaremos cara a cara, además seguramente te mande algunas tareas para casa que nosotros consideremos que te pueden ayudar a avanzar en tú problema. Estas tareas pueden ser desde pequeñas lecturas hasta algún ejercicio que nosotros diseñemos específicamente para tu problema.
Al principio es recomendable que nos veamos una vez a la semana, y según se vayan cumpliendo los objetivos vayamos espaciando las sesiones a una vez cada quince días, posteriormente una vez al mes para finalizar una vez a los tres meses, y una última revisión a los seis meses. Es importante respetar la periodicidad para no restarle eficacia a la terapia. Nos iremos separando de forma progresiva en la medida en la que tú vayas necesitando menos ayuda.
En el tratamiento de terapia individual de adultos uso como marco de referencia la psicoterapia breve y algunas técnicas de la terapia cognitivo conductual, la base de estas terapias consiste en trabajar de la forma más eficaz posible para acortar la duración de la terapia en el tiempo así como aumentar su eficacia. Nuestro modelo de terapia es un modelo integrador puesto que consideramos que cada paciente es distinto, y le viene mejor un tipo de técnicas u otras, sin perder nunca de vista el objetivo principal por encima de todos que es el de ayudarte y comprenderte en cada sesión.
¿Cuáles son los problemas más comunes en terapia de adultos individual?
Algunos de los motivos de consulta habituales son los que están expuestos a continuación. Si tu motivo de consulta no aparece en el listado no dudes en preguntarme, debido a que si no aparece no significa que no sea tratable o que en el caso de precisar una ayuda específica no pueda ayudarte a encontrar a alguien que te ayude. No obstante, aquí solo están recogidos los más comunes.
Problemas de estrés:
- Cambios vitales: Cambio de trabajo, mudanzas, paternidad o maternidad.
- Situaciones estresantes: Convertirse en cuidador, problemas laborales…
- Toma de decisiones
Problemas de estado de ánimo:
- Duelo
- Depresión
- Baja autoestima
- Conflictos interiores
Problemas de ansiedad:
- Ataques de pánico
- Ansiedad generalizada
- Fobia simple y social
- Estrés
- Estrés postraumático
- Trastorno obsesivo compulsivo
- Insomnio
Sexualidad:
- Trastorno de eyaculación precoz
- Trastorno de la erección
- Problemas de deseo sexual
- Insatisfacción
- Abuso sexual
Problemas de relación interpersonal:
- Pareja
- Familia
- Habilidades sociales