¿Qué son los Juegos Psicológicos?

Más de una vez, y tal vez sin conciencia de ello, te habrás encontrado inmerso/a en Juegos Psicológicos. Seguramente, hayas notado la existencia de cierto tipo de interacciones que sientes que se repiten en tus encuentros con ciertas personas. Situaciones recurrentes que, previsiblemente, te dejan con una sensación desagradable.

Se conocen como Juegos Psicológicos a estas formas concretas de relacionarse, cuyas características son:

  • Se repiten una y otra vez.
  • Acontecen de manera muy similar.
  • Los participantes finalmente obtienen su “ganancia”: sentirse mal.

Se basan pues, en un estilo de comunicación disfuncional que persigue mediante la manipulación y la lucha de poder, la satisfacción de ciertas necesidades. Más adelante se hablará de ello en este artículo. Los participantes, entran en el Juego siempre desde una posición situada dentro del Triángulo Dramático (Salvador, Perseguidor o Víctima). Por lo tanto, las necesidades pueden diferir en función del rol desde el que se juegue.

Es pertinente aclarar que, el que se hayan designado con el término “juego” no connota diversión, sino una dinámica relacional.

Estructura de los Juegos Psicológicos:

Con independencia del contenido de los Juegos Psicológicos, a la hora de desarrollarse todos siguen un esquema concreto y relativamente fácil de identificar. La fórmula es la siguiente:

  • Inician con un CEBO: es el movimiento del/ de la primer/a jugador/a. La intención velada es “enganchar” con una parte sensible (al cebo) de la otra persona a fin de conseguir su participación.
  • Continúan con una FLAQUEZA: es la parte del/ de la segundo/a jugador/a que es sensible al cebo que el/la primero/a lanza.
  • Prosigue con una RESPUESTA: acción o verbalización con la que el/la segundo/a jugador/a entra en el Juego.
  • Seguidamente se da un CAMBIO: quien inicia el juego muestra un cambio de actitud y quien le sigue también cambia.
  • El Juego finaliza con un BENEFICIO: ambos/as ganan entre otras cosas sentirse mal. Además el/la jugador/a que inicia el juego confirma su posición.

A continuación describo un ejemplo que ayudará a entender este tipo de dinámicas en las relaciones. Este Juego Psicológico se conoce como “¿Por qué no…? -Sí, pero…”.

La persona A busca a la persona B para aparentemente pedir consejo sobre algún asunto. Lo que oculta el cebo es que sin ser consciente, en realidad no quiere un consejo que aplicar con éxito. La persona B, desde su flaqueza considera que es su responsabilidad resolver el conflicto que A propone. Siendo así, B emite una respuesta que considera útil para A, proporciona la ayuda que A solicitaba dando múltiples ideas. Ante ello, la persona A rechaza insatisfecha todas las propuestas que B plantea. El jugador A muestra un cambio en su actitud, ninguna sugerencia le sirve (pasa de Víctima a Perseguidor) y el jugador B también cambia (de Salvador a Víctima o a Perseguidor). El Juego finaliza con un beneficio; ambas partes ganan en malestar y en confusión.

Funciones de los Juegos Psicológicos:

A pesar de que el “premio” tras participar en un Juego es sentirse mal, como ya se ha dicho, el hecho de iniciarlos y participar en ellos satisface ciertas necesidades. Una de ellas es que permiten experimentar sentimientos que para los jugadores tienen un significado existencial. Remitiéndome al ejemplo “¿Por qué no…? -Sí, pero…”, quizás recibir consejos en cuanto a cómo resolver mis conflictos confirme mi sensación de que “todos quieren dominarme”. En el fondo, seguir con el Juego, ayuda a generar una realidad que sostenga y justifique la posición que se asuma. Esta función, tiene que ver con la evitación del costoso trabajo que supone cuestionar la visión que se tenga de uno/a mismo/a y del mundo.

Otra de las funciones que los Juegos cumplen es la obtención de “caricias” o reconocimiento social. Aunque sea para mal, a pesar de ser por las malas, cuando se participa en un juego, se es vista/o. Es preferible ser reconocido/a negativamente que la nada. Por tanto, esta necesidad, también se satisface a través de los Juegos Psicológicos.

Los Juegos Psicológicos también sirven para evitar enfrentarse a situaciones o emociones que se temen o no han sido permitidas. Por ejemplo se puede entrar de manera recurrente en Juegos para evitar la intimidad o la asunción de la responsabilidad propia.

Si observamos qué necesidades se satisfacen a través de los Juegos Psicológicos en función del rol desde el que se participa, nos daremos cuenta que:  

Los Juegos Psicológicos son formas de relación que se repiten una y otra vez, de manera muy similar y los participantes se sienten mal
  • El Perseguidor precisa que le teman y en sus Juegos invitará a sentir temor.
  • El Salvador necesita que le necesiten. En sus Juegos invitará a sentirse inútil y agradecido a él.
  • La Víctima requiere que le humillen o agredan, y al iniciar un Juego invitará a sentir culpa.

¿Cómo identificar mis Juegos?

Al tener en cuenta la estructura de los Juegos y su resultado podemos caer en la cuenta de aquellas veces en las que nos hemos encontrado inmersas en uno. No obstante, para facilitar el trabajo de toma de consciencia y posterior sustitución de este tipo de interacciones por otras más funcionales, propongo algunas cuestiones:

  • ¿Qué es lo que se repite una y otra vez y hiere a alguien?
  • ¿Cómo empieza?
  • ¿Qué pasa después?
  • ¿Cómo termina?
  • ¿Cómo te sientes entonces?
  • ¿Cómo se siente la otra persona?

Una vez identificados los Juegos el siguiente paso es hacer balance sobre los beneficios de mantenerlos. Si tras ello se desea poner fin a este tipo de interacciones, será necesario reflexionar sobre alternativas que satisfagan las necesidades que los Juegos cubren. Sin olvidar que no sólo se juega a los Juegos que iniciamos, también podemos entrar en los que otros inician. Será esencial reconocerlos para no involucrarnos en ellos.

Cristina Albo Mulas

Psicóloga Sanitaria Nº Col.: M-32247

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