19 Jun ¿Cómo son los límites en tu sistema familiar?

Como podrás leer en una antigua entrada del blog, la terapia sistémica se centra en la relación y comunicación que se da entre varias personas que interaccionan entre ellas. Estas personas forman un sistema y el más habitual en nuestra sociedad es el sistema familiar. Dentro de la terapia sistémica existen diferentes modelos, entre los que cabe destacar está el modelo estructural. Este modelo hace hincapié en los límites en este sistema familiar y los clasifica de dos maneras. Pero, antes de meternos a categorizar, veamos qué son exactamente los límites.

¿Qué son los límites en el sistema familiar?

Los límites de un subsistema están constituidos por las reglas que definen quienes participan, y de qué manera. La función de los límites es proteger la diferencia del sistema frente a otros sistemas. Pongamos de ejemplo a la familia García, que tiene sus propias costumbres y valores. La familia García establecerá sus límites frente a las familias de origen de los padres/madres. Los abuelos son otro sistema que no debe interferir en las decisiones de la familia García.

Todo el subsistema familiar posee funciones específicas y plantea demandas específicas a sus miembros. Los hijos e hijas de un sistema familiar son reafirmados por los padres y madres de ese sistema, tienen sentido de pertenencia y protegerán al sistema frente a otros sistemas por medio de los límites.

Tipos de límites en las familias

Por un lado, existen los tipos de límites en la familia llamados límites intrafamiliares; Por ejemplo, entre los hijos y los padres de una misma familia. Además, se crean límites extrafamiliares o de una familia frente a otros miembros de la familia extensa, como puede ser con tíos o abuelos.

Y, por otro lado, los límites entre sistemas o subsistemas (divisiones dentro de un mismo sistema) pueden ser de tres tipos:

• Claros
• Difusos
• Rígidos

Para que el funcionamiento familiar sea adecuado, los límites de los subsistemas deben ser claros. Deben definirse con suficiente precisión como para permitir a los miembros de los subsistemas el desarrollo de sus funciones sin interferencias indebidas. Además, también deben permitir el contacto entre los miembros del subsistema y los otros.

Es importante que los límites permitan el contacto entre los miembros del subsistema y los otros. Todas las familias se encuentran en un continuo cuyos polos son los dos extremos de límites difusos y límites rígidos.

Las familias con límites difusos no diferencian entre las necesidades de los miembros de la familia. Justo lo contrario a las familias con límites rígidos, en las que no existe el contacto íntimo entre los miembros del sistema.

Pongamos que la familia García mantiene límites difusos extrafamiliares con la familia de origen de la madre. En este caso, si a la hija le viene la regla por primera vez estando en el colegio, al volver a casa y contárselo a los padres, estos llamarían durante ese día para contárselo a los tíos o a la abuela sin respetar el deseo de privacidad de su hija.

En el otro extremo tendríamos una familia García con límites rígidos. En este caso, uno de los progenitores podría ser despedido del trabajo y no lo comunicaría al resto de miembros de su familia en las siguientes quedadas familiares.

Tipos de familias según los límites

Si la familia genera límites en uno de los dos extremos del espectro, puede caer en dos escenarios posibles:

• Aglutinadas
• Desligadas

Los miembros de las familias aglutinadas establecen límites difusos entre ellos. Esto significa que tienen muy poca autonomía y actúan como una sola unidad en vez de ser miembros independientes. La conducta de un miembro repercute intensamente sobre los otros.

Volvamos al ejemplo anterior. En el caso de que la familia García tuviera límites difusos entre sus miembros, los hijos no se plantearían irse con beca a vivir a otra comunidad u otro país ya que desestabilizaría el sistema familiar tal y como lo conocen.

La familia aglutinada responde a toda variación con excesiva rigidez e intensidad.

En cambio, en los sistemas desligados existe un desproporcionado sentido de independencia. Estas familias mantienen pocos sentimientos de lealtad y de pertenencia y poca disposición para sentir preocupación por otro miembro. Estas personas tienden prestar y pedir poca ayuda a los miembros de su familia. Solo un alto nivel de estrés individual podría afectar con suficiente intensidad para activar a la familia y recibir apoyo de otros miembros.

Las personas que pertenecen a familias desligadas pueden caer en relaciones de pareja fusionadas para compensar lo vivido. De la misma manera, estas personas podrían tener dificultades para generar intimidad en las relaciones ya que querrían conservar esa independencia emocional vivida.

En conclusión, tanto los límites difusos como los límites rígidos provocan una dificultad para generar una verdadera intimidad. Si te has visto reflejado o reflejada en alguno de los casos o te gustaría profundizar en ello, puedes trabajarlo en sesión. De esta manera, podrás llegar a entender desde dónde te relacionas con tu familia y otras personas al igual que los mecanismos que se ponen en marcha, y así decidir si quieres modificarlos y construir límites más saludables contigo y con los demás.

Raquel Aragoneses Velasco

Psicóloga general sanitaria

Colegiada nº M-33871