30 Mar Desmitificando las autolesiones: Comprender para Apoyar

Las autolesiones son un tema delicado pero importante que merece nuestra atención y comprensión. Podrás encontrar en este mismo blog un artículo anterior en el que ya hablábamos de la naturaleza de las autolesiones. Esta vez vamos a profundizar más en los mitos que rodean las conductas autolesivas y en qué puedes hacer si tienes alguna persona cercana que se autolesiona.

5 mitos sobre las Autolesiones

Es para llamar la atención:

Uno de los mitos más comunes es que las personas que se autolesionan lo hacen como búsqueda de atención. Incluso he oído decir que, por este motivo, es mejor ignorar las autolesiones. Esta idea es errónea y lleva a la estigmatización. En realidad, la autolesión es muchas veces un acto privado y oculto. Las personas que se autolesionan a menudo lo hacen en secreto y pueden sentirse avergonzadas o culpables por ello. Es importante comprender que la autolesión es una forma de afrontar el dolor emocional y necesita ser atendido.

Sólo se da en mujeres y adolescentes:

            Aunque se ha asociado mucho con el periodo de la adolescencia, vemos también a niños y adultos que recurren o han recurrido a las autolesiones. Y puede afectar a personas de cualquier género. Si bien las mujeres pueden ser más propensas a buscar ayuda o hablar sobre sus experiencias, los hombres también pueden experimentar autolesiones en silencio.

Indican trastornos mentales graves:

Otro mito extendido es que todas las personas que se autolesionan padecen trastornos mentales graves. Si bien la autolesión puede estar asociada con problemas de salud mental, como la depresión o el trastorno de estrés postraumático, también puede ser una respuesta a situaciones temporales de alto estrés o trauma. No todas las personas que se autolesionan tienen un trastorno mental subyacente. Algunas pueden estar experimentando dificultades temporales y recurren a la autolesión como una forma de hacer frente a estas situaciones.

Es una fase pasajera:

Algunas personas creen que la autolesión eventualmente desaparecerá por sí sola. Sin embargo, la autolesión puede convertirse en un patrón arraigado de afrontamiento si no se aborda adecuadamente. Ignorar o minimizar la autolesión no la hace desaparecer.

Son una “moda”:

Las personas que se autolesionan lo hacen como una forma de hacer frente al dolor emocional interno. La trivialización de la autolesión como un fenómeno de moda minimiza la seriedad del problema y puede desmotivar a las personas que necesitan ayuda de buscarla.

¿Qué hago si un familiar se autolesiona?

Mantén la calma y sé comprensivo:

Descubrir que un ser querido se está autolesionando puede ser impactante y angustiante. Es importante mantener la calma y responder con compasión y empatía. Evita juzgar o regañar a la persona, ya que esto puede aumentar la sensación de vergüenza y culpa.

Escucha sin juzgar:

Toma el tiempo para escuchar a tu familiar sin juzgar y valida sus emociones. Permítele expresar sus emociones o preocupaciones sin vergüenza o culpa. La simple actitud de escucha puede ser un primer paso importante hacia la recuperación.

Ofrece apoyo y anima la búsqueda de ayuda profesional:

Anímale a empezar un proceso psicológico. A pesar de que tu escucha y comprensión juegan un papel fundamental, tus recursos para ayudar pueden ser limitados. Es importante recordar que la autolesión es un síntoma de un dolor emocional subyacente y buscar ayuda profesional es fundamental para abordar las causas de ese dolor.

En resumen, el proceso de entender a un ser querido que se autolesiona exige una gran dosis de empatía y compromiso. Es importante cuestionar los mitos que rodean a la autolesión, al mismo tiempo que creamos entornos seguros donde el apoyo y la búsqueda de ayuda sean bienvenidos.

Y, como decíamos, tenemos que tener también presente que la autolesión es un síntoma de un dolor emocional profundo y complejo. Por lo que, además de la escucha, buscar ayuda profesional es crucial para abordar las causas subyacentes del problema y desarrollar estrategias de afrontamiento más saludables.

Recordemos siempre que cada persona merece ser vista y comprendida en su totalidad, sin importar las heridas visibles o invisibles que puedan llevar consigo.

Leire López Vega

Psicóloga General Sanitaria

Nº Colegiada M-37089