06 Feb Base segura
En todas las edades, cuando experimentamos emociones intensas, necesitamos conectar con algo o alguien que nos calme, nos fortalezca. Dicho de otra manera, necesitamos conectar con nuestra base segura. Para comprenderlo mejor vamos a hablar de la relación entre la seguridad y el apego, la importancia de los vínculos y la evolución que tiene esta base segura a lo largo de nuestra vida.
Seguridad y apego
Es inevitable comenzar mencionando la teoría del apego, desarrollada por John Bowlby y ampliamente investigada.
Gracias a la teoría del apego sabemos que en la infancia nos sentimos más seguros y tenemos un mejor autoconcepto cuando tenemos cuidadores confiables a los que podemos acudir cuando lo necesitamos. A estos cuidadores nos referimos como figuras de apego. Estas figuras nos proporcionan una base segura. Un “lugar” al que podemos recurrir siempre que lo necesitemos para calmarnos y así, poder explorar el mundo. Podemos imaginarnos esto como un campamento base en la montaña. Cuanto más seguros estemos de que podemos volver a la base, más capaces nos vemos de alejarnos y explorar.
Importancia del vínculo
La prioridad de los bebés y niños es mantener el vínculo con estas figuras que hacen de base segura. Por ello, cuando detectan que el vínculo puede estar en riesgo, llevan a cabo estrategias, adaptándose al entorno. Por ejemplo, el niño puede ir reduciendo o intensificando su expresión emocional, para adaptarse a lo que necesitan sus cuidadores y así asegurarse que estén accesibles para él. Estas estrategias pueden continuar cuando somos adultos, aunque ya no las necesitemos, ya que es lo que hemos aprendido.
¿Es la base segura una necesidad de la infancia?
Igual que los niños necesitan una base segura, los adultos también la necesitamos. El tipo de base segura evoluciona. Los adultos seguimos necesitando alguien a quien poder acudir en momentos difíciles pero también necesitamos encontrar una base segura dentro de nosotros. Esta última está más relacionada con sensaciones internas, como de calma o sosiego.
Cómo activar la base segura interna
Para saber cómo activarla puedes preguntarte:
Cuando estás estresado, ¿cómo consigues calmarte cuando no hay nadie a tu lado? Podemos tener diferentes estrategias para activarla: Puede ayudarte traer a tu mente una imagen o pensamiento concreto o quizás te ayude más una conducta reconfortante (como dar un paseo o escuchar música).
¡No todas las estrategias son sanas! Antes hemos comentado que, cuando somos pequeños, utilizamos estrategias para mantener el vínculo (la base segura). Cuando somos adultos, podemos continuar con estrategias similares. Por ejemplo, un niño que aprendió a inhibir sus emociones para mantener sus vínculos puede, en la edad adulta, tender a “tapar” sus emociones mediante alcohol.
Estrategias saludables y no saludables
Aquí tienes unos ejemplos que te servirán para entender mejor qué estrategias podemos tener (saludables o no saludables) para activar nuestra base segura.
¿Identificas alguna conducta no saludable?
¿Cuáles son tus estrategias saludables de activación de la base segura?
Leire López Vega
Psicóloga General Sanitaria
Nº Colegiada M-37089
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