CIBERBULLYING

Cuando el maltrato viaja en las redes

Es importante conocer las nuevas formas de vincularse, analizarlas y tratar de comprenderlas para poder acompañar a los adolescentes en su crecimiento y desarrollo.
Los adolescentes conectados “están” con sus amigos. Se conocen, juegan, comparten y vinculan sin tener que salir de sus casas. Necesitan identificarse con sus pares y la
tecnología les ayuda a ello. Existe una nueva necesidad evolutiva en los adolescentes que es estar conectados, intercambiar y expresarse a través de las redes.
El ambiente virtual les resulta conocido y cómodo, pero es tan grande la información a la que se puede acceder que los chicos y chicas necesitan la ayuda de los adultos para que les ayuden a procesar, elegir, integrar, conceptualizar y “digerir” todos estos contenidos.


Los mayores riesgos que existen son:

1- El peligro de que accedan a contenidos inapropiados para su edad.
2- La posibilidad de que los adolescentes puedan vincularse con personas malintencionadas y puedan hacerles daño.


Diferencias entre lo que no es y si es el ciberbullying:

NO es Ciberbullying:

  • Que un compañero no te admita en sus redes sociales.
  • Responder de manera breve a tus comentarios o mensajes.
  • No comentar tus posts.
  • Que no te inviten a algún evento promocionado en las redes.
  • Una amiga suba una foto con otra amiga tuya.
  • Publicar fotos grupales en las que sales feo/a sin consultarte.
  • Criticar tus opiniones debajo de un post.
  • Que no estén de acuerdo con lo que escribes.
  • Que una amiga se enfade y te bloquee.


SÍ es Ciberbullying:

  • Subir fotos tuyas sin tu consentimiento para ponerte en ridículo.
  • Crear perfiles falsos con tu nombre.
  • Grabar en situaciones embarazosas y suban los videos a las redes.
  • Compartir chats en los que cuentas tus secretos.
  • Crear páginas para desprestigiarte.
  • Editar fotos tuyas y las suban a las redes, con elementos de contenido sexual.
  • Amenazar de manera anónima.
  • Inventar rumores y los propaguen por las redes con la clara intención de humillarte.
  • Compartir fotos íntimas que hayan sido recibidas en el contexto de una relación, ya finalizada.
  • Usar tus datos y los suban a páginas que ofrecen servicios sin tu consentimiento.
  • Hackeen tu perfil y suban contenidos inapropiados desde esa cuenta para hacerte quedar mal.
  • Que se hagan pasar por ti desde esa cuenta, y le hagan contar secretos a otros.
  • Simular amistad para generar confianza y luego utilicen la información obtenida para humillarte y avergonzarte.
  • Recibir mensajes amenazantes por mail, whatsapp, Instagram u otra red social, que te persigan desde lugares de internet para producirte agobio y ansiedad.


Por tanto, se habla de ciberbullying cuando hay una intención de hacer daño y, además, para ello, se usan dispositivos y plataformas tecnológicas para llevarlo a cabo.
Siempre se busca avergonzar, exponer, dejar indefenso, incrementar el propio poder, disminuir al otro. Exponer sus emociones, miedos y fantasías, pretendiendo aislar a la víctima y generar complicidad en los demás.


Las figuras de referencia o los padres tienen que tener en cuenta, trabajar desde estos puntos:
1- Diálogo
2- Reglas claras
3- Herramientas de control parental
4- Confianza


Algunos indicios para detectar el acoso son:

  • Cambios en la conducta.
  • Cambios en el rendimiento escolar.
  • Dificultades para conciliar el sueño, pesadillas, terrores nocturnos.
  • Cambios en la alimentación.
  • Tristeza, llanto inmotivado.
  • Aislamiento, retraimiento.
  • Irritabilidad, nerviosismo.
  • Control excesivo de sus redes sociales, dificultad para alejarse de sus dispositivos.



¿Cómo abordar estas situaciones?

Una de las cosas más importantes es que se transmita a los adolescentes que si tiene un problema nunca deben mantenerlo en secreto. Se debe brindar la confianza para que sepan que pueden hablar de lo que les preocupa.

  • Los chicos y chicas deben saber que:
  • Se puede bloquear al contacto que está provocando el maltrato.
  • Se debe denunciar al moderador de la página.
  • Es recomendable conservar una copia de las agresiones para explicar el porqué de la denuncia.
  • Se puede intentar conectarse menos a modo de “desintoxicación”.
  • Es el agresor quien tiene el problema, él es el cobarde.
  • Se pueden cerrar transitoriamente los perfiles en las redes sociales.
  • Se puede, llegado el caso, cambiar de número de teléfono.


Los adolescentes necesitan adultos confiables, disponibles y capaces de revisar sus propias actitudes, padres conscientes de los riesgos pero seguros de su rol.

Se recomienda visualizar los videos de Pantallas Amigas, pioneros en la sensibilización de esta temática (pincha aquí)
Si te encuentras dentro de alguna de estas situaciones…


¡Pide ayuda!
¡Denúncialo!
¡NO ESTÁS SOLO/A!


Paula Ponce
Psicóloga Sanitaria
M-34939

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