El estado de ánimo en Navidad

¿Qué se nos viene a la mente cuando oímos la palabra Navidad? Alegría, celebración, familia, fiesta, reuniones, cenas, regalos, ilusión y un largo etcétera de palabras asociadas al bienestar y a lo agradable. Pero ¿qué ocurre cuando nuestro estado de ánimo hace que no seamos capaces de asociar Navidad con esas buenas sensaciones? ¿O si esas buenas sensaciones nos recuerdan alguna ausencia? La tristeza, la apatía, la desilusión o la culpa, son algunas de las emociones que pueden aparecer y contraríen nuestra tranquilidad.   

Pasar por un proceso de duelo o tener un estado de ánimo bajo en fechas tan señaladas puede ser muy frustrante. Esto hace que optemos por tomar formas de afrontar la incomodidad que genera sentir la obligación de tener ese “espíritu navideño” lleno de alegría e ilusión. Una de ellas es cumplir con esa obligación y celebrar, quedar, reunirnos y divertirnos como si nada estuviera ocurriendo en nuestro interior. Otra de ellas, el polo opuesto, es abandonar y dejar de lado cualquier tipo de celebración, reunión y diversión.

En cualquiera de las formas, el principal patrón es la evitación, sea como sea, evitamos sentir. La evitación es una forma de afrontar que puede generar alivio a corto plazo, pero un mayor malestar a largo plazo.

Tanto si hablamos de un proceso de duelo (generado por una pérdida reciente), como si hablamos de un bajo estado de ánimo (tristeza, agobio, estrés, ansiedad o cualquier emoción que nos haya desbordado), los siguientes consejos nos pueden ayudar a gestionar.

CONSEJOS PARA GESTIONAR EL ESTADO DE ÁNIMO EN NAVIDAD

  • Expresar emocionalmente cómo nos sentimos.

Poder hablar lo que pensamos, lo que nos ocurre y lo que nos apetece o no nos apetece hacer ayuda a sentirnos comprendidos y validados. Además, podemos empezar a aceptar e interiorizar que lo que nos ocurre es lícito y podemos sentirlo.

  • Poder elegir cómo queremos celebrar la Navidad y qué nos apetece hacer.

Decidir qué planes aceptamos, si necesitamos cambiar algo en la forma de celebrar las reuniones familiares o de amigos, nos ayuda a controlar la posible culpa que sintamos.

  • Evitar el aislamiento, reunirnos con nuestros familiares y amigos nos ayuda a sentir su apoyo.

El apoyo que sintamos no va a evitar que tengamos emociones como tristeza o apatía, pero sí que puede hacer que sean más manejables.

Si estamos en un proceso de duelo, podemos tener una reunión familiar en la que hablemos qué pensamos y sentimos para planificar entre todos cómo nos apetece celebrar la Navidad. Otra forma de avanzar en el duelo es representar a la persona pérdida, incluyendo una foto, su comida favorita o llevando alguna prenda de esa persona.

Sea lo que sea lo que haga que durante estas fiestas no estemos en nuestro mejor momento, no se nos puede olvidar que necesitamos expresarlo, hablarlo, liberarlo, en definitiva, SENTIR.  

Ana Jiménez Tello

Psicóloga General Sanitaria Nº Col. M-32774

No Comments

Sorry, the comment form is closed at this time.

Abrir chat
1
Contacta con nosotros vía Whatsapp
¡Hola!
¿En qué podemos ayudarte?