¿Qué hacer cuando piensas en el suicidio como una opción?

En la anterior entrada de blog serendipitygetafepsicologia.es/que-podemos-hacer-para-prevenir-un-suicidio , hablamos sobre el suicidio, los mitos que lo engloban y qué podíamos hacer cuando teníamos a una persona cercana con ideas de muerte. Esta vez, el artículo es para ti si sientes que eres tú quién tiene estas ideas y quieres que vayan desapareciendo, si no sabes qué hacer cuando piensas en el suicidio como una opción.
Puede que sientas que la vida no merece la pena, que nadie puede ayudarte, que nada va a cambiar. Puede que pienses que la única manera de dejar de sentirte así y acabar con este sufrimiento sea si dejas de vivir. Si te sientes hundido o hundida, sin fuerzas, o posiblemente experimentes cambios bruscos de humor, falta de interés por la vida, dificultad para dormir o te despiertes por las noches y te aparezcan deseos de morir.
También es posible que hayas pensado en las drogas o en alcohol como refugio. Además, puede que estés elaborando un plan de dónde, cuándo y cómo suicidarte y no puedas dejar de pensar en la muerte.

Si te has sentido reflejado o reflejada con estas palabras, sigue leyendo, esta página es para ti. Las personas con ideas de suicidio desean morir si la vida continúa de la misma manera y quieren vivir si se producen cambios en ella.
En esta página encontrarás:
1. Primeras indicaciones
1.1. Desmontando pensamientos acerca del suicidio
1.2. Teléfono de la Esperanza
2. Cómo protegerte
2.1. Crea y/o mantén una red de apoyo
2.2. Recupera y/o desarrolla rutinas
2.3. Identifica las señales de riesgo o detonantes de tu malestar
3. ¿Qué puedes hacer ahora que has llevado a cabo un intento de suicidio?

1. Primeras indicaciones

Puede que te sientas incapaz de escapar de la tristeza, puede que te cueste pensar de manera clara. Puede que te esté resultando difícil tomar decisiones y descubrir alternativas. Incluso puede que te veas incapaz de encontrar a alguien que te preste atención de la forma en que lo necesitas.
Si sientes un gran malestar emocional y tienes ideas de suicidio, es importante que:
• Pidas ayuda a un profesional. Busca ayuda psicológica. Existen muchos recursos preparados para ayudarte.
Con su ayuda, podrás preparar un Plan de Seguridad. Crearéis herramientas que podrás utilizar cuando estas ideas de suicidio sean incapacitantes para ti.
• Acude a una persona de confianza, cuéntale que es lo que te está sucediendo.
• Déjate ayudar.

1.1. Desmontando pensamientos acerca del suicidio

Seguramente convivas con muchos pensamientos acerca de la muerte o el suicidio y es importante que sepas que:
No estás solo, no estás sola.
Busca un amigo, una amiga, un familiar, un médico, un psicólogo, un psiquiatra, una enfermera, o un trabajador social, una profesora u otro profesional de tu confianza y coméntale tus ideas. No mantengas en secreto tus pensamientos sobre el suicidio.
Trata de estar en compañía de alguien que te aprecie y con quien te sientas a gusto.
Aunque tú ahora lo veas como algo imposible, los pensamientos suicidas normalmente están asociados con problemas que sí pueden resolverse. Si no se te ocurre ninguna solución, no significa que no la haya, sino que ahora no eres capaz de verla. Los profesionales a tu alcance te ayudarán a encontrar y valorar las opciones adecuadas.
El suicidio puede presentarse como una solución permanente ante un intenso dolor. Pero, aunque no lo parezca, la desesperanza, el dolor y el vacío son algo temporal, no permanente.
Recuerda que no es bueno actuar de forma impulsiva. Puedes aplazar cualquier decisión acerca del suicidio. Las cosas que ahora parecen insuperables, con el tiempo serán seguramente menos graves y más fáciles de gestionar.

Piensa en qué o quienes te has apoyado en los momentos difíciles: tu familia, tus amigos, tus aficiones, tus mascotas o tus proyectos para el futuro.
Ten en cuenta las veces que supiste salir de otros problemas, si otras veces lo conseguiste, esta vez: ¿por qué no vas a poder?

1.2. Teléfono de la Esperanza

El Teléfono de la Esperanza es un Servicio telefónico 24 horas, donde se ofrece ayuda para superar crisis emocionales. Llamar a este número es completamente gratuito y anónimo.
717 003 717
A continuación, tienes la página web en la que aparecen diferentes números de teléfono por si quieres utilizar uno dirigido a tu provincia o ciudad y en la que puedes enviar un mensaje si lo prefieres.
https://telefonodelaesperanza.org/contacto

2. Cómo protegerte

2.1. Crea y/o mantén una red de apoyo

Busca a alguien de confianza y con quien puedas hablar con sinceridad, sobre todo en caso de volver a tener pensamientos suicidas. De hecho, tener más de una persona de confianza puede ser de gran ayuda. Esta persona puede ser un miembro de tu familia o un amigo o amiga.
Si colaboras con él/ella y le informas sobre tus pensamientos, deseos y sentimientos, puede ayudarte en tu recuperación y prevenir otro intento de suicidio. Es muy importante que seas sincero o sincera con esta persona. No te guardes tus pensamientos suicidas.
En cuanto tengas pensamientos suicidas, contacta con tu persona de confianza de inmediato. Si sientes soledad, recuerda que dispones de alguien que conoce tu problema y se preocupa por ti.
No creas automáticamente que nadie te puede ayudar. Deja que lo intenten. Únicamente será imposible ayudarte si eres tú quien no lo permite.

2.2. Recupera y/o desarrolla rutinas

Establece un horario para las comidas y las horas de sueño, realiza actividades del día a día de forma regular y deja que con el tiempo se siga normalizando la rutina. Puede que, durante el proceso de recuperación, tu entorno no te motive y te parezca desolador, pero llevar a cabo una rutina puede favorecer a volver a ver la vida de una forma agradable y gratificante.
Aunque parezca que las drogas o el alcohol alivian los sentimientos de dolor, al final empeoran la situación y pueden llevar a comportamientos imprudentes o a más depresión. Si no eres capaz de dejarlos por tu cuenta, busca ayuda psicológica.

2.3. Identifica las señales de riesgo o detonantes de tu malestar

Puede que sea una fecha, un objeto, etc. Procura reducir el efecto de esos eventos o circunstancias al mínimo y trata de evitarlos o responder ante ellos de una forma diferente. Si cuentas a tu persona de confianza cuáles son estas circunstancias, podrá ayudarte.
Si te gusta escribir, puedes crear un diario en el que vayas poniendo en palabras cómo te sientes. De esta forma, tendrás un registro donde podrás ver si ha habido algún hecho que te haya causado malestar.
Desecha todos los objetos que puedan resultar peligrosos para ti. Una persona de confianza puede colaborar en esto y guardar estos objetos. Por ejemplo: Si estás tomando medicamentos, quédate con los necesarios para unos días y que la otra persona guarde el resto.
De igual forma, si sigues un tratamiento farmacológico por enfermedad mental, habla con tu médico. En caso de autolesionarte o sentir un peligro inminente de hacerlo, dirígete al servicio de Urgencias del Hospital o del Centro de Salud más próximo o llama al 112.

3. ¿Qué puedes hacer ahora que has llevado a cabo un intento de suicidio?

Es muy posible que te sientas cansado o cansada, que sientas un gran enfado, humillación o vergüenza. Es normal, porque las reacciones de las otras personas son abrumadoras y puede aparecer la culpa por nuestras acciones al ver sufrir a seres queridos.
Sin embargo, debes saber que es posible recuperarse, superar estos sentimientos y tener una vida satisfactoria, en la que no tengan cabida los pensamientos suicidas o que aprendas a vivir con ellos manteniéndote a salvo.
Una vez que te hayan dado el alta médica, te toca:

1. En primer lugar, concertar una cita de seguimiento con un profesional de salud mental lo antes posible (psicólogo y psiquiatra), ellos te ayudarán. Si te resulta difícil buscar esta ayuda por tu cuenta, recurre a un amigo o familiar para que te ayude a gestionarla.
2. Pedir información sobre lo que te ha ocurrido, las consecuencias y el tratamiento recibido.
3. Pedir información y buscar recursos o asociaciones de tu zona donde puedan darte orientación y apoyo.
4. Por último, Crear un PLAN DE SEGURIDAD con un profesional de la salud mental en el que aparezca qué hacer en caso de ideas de suicidio. La finalidad de este plan es reducir el riesgo de realizar otro intento. Lo mejor será que lo tengas redactado y a mano para poder leerlo cuando lo necesites. Puedes contar con la ayuda de familiares o amigos enseñándoles el plan o involucrándoles en la elaboración.

Para finalizar

Con el tratamiento adecuado y el apoyo de las personas de tu entorno, podrás contar con otras formas de afrontar las situaciones. Aprenderás a buscar soluciones diferentes al suicidio ante las dificultades que surjan en tu vida y nuevamente volverás a sentirte mejor.
Puede que estés viviendo momentos muy difíciles, te encuentres perdido o perdida y sientas poca esperanza. Sin embargo, hay algo en ti que te anima a seguir. Por ello, te mando mucha fuerza y te animo a que contactes con un profesional o una profesional, estará deseando ayudarte.

Raquel Aragoneses Velasco
Psicóloga General Sanitaria
Nº colegiada M-33871

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