Y tú ¿Crees que estás envuelto o envuelta en una cultura de dieta?

Cada vez hay más profesionales de la salud, como endocrinos y nutricionistas, que trabajan desde una perspectiva diferente. Estos y estas profesionales mantienen una visión de trabajo en la que el fin de la persona ayudada no es adelgazar a toda costa; ellos y ellas defienden que lo importante es aprender a comer de una manera más acorde a su estilo de vida. De esta forma, mantienen hábitos de vida saludable a medio y largo plazo.

Podríamos decir que estos expertos y expertas están yendo en contra de las ideas impuestas por la cultura de dieta en la que estamos todos y todas desde hace mucho tiempo.

En este artículo podrás encontrar respuesta a las siguientes preguntas:

  1. ¿Qué es la cultura de dieta?
  2. ¿Dónde encontramos cultura de dieta presente en nuestra sociedad?
  3. ¿Las dietas funcionan?
  4. ¿Qué está en tu mano?

1.¿Qué es la cultura de dieta?

La cultura de dieta es el conjunto de creencias que giran en torno a la idea de que los cuerpos delgados son más valiosos, sanos y deseables. La cultura de dieta también defiende la idea de que comer de cierta manera es “bueno” o “malo”. En definitiva, que la valía de la persona aumenta cuando come de una forma “sana” o cuando su cuerpo es pequeño.

Estas ideas nos hacen restringir, tener listas mentales de alimentos buenos y malos y permitirnos o prohibirnos comer ciertos alimentos. Todo esto hace que nos podamos sentir culpables por haber comido algo solo por el hecho de que lo veamos como malo, sin conocer realmente sus propiedades

Lógicamente, podemos encontrar influencia de la cultura de dieta dentro de la industria alimentaria. La industria te bombardea a mensajes explicando que todos tus deseos se harán realidad cuando tengas un cuerpo pequeño y comas de cierta manera. Sin embargo, no te avisa de que las dietas pueden ser dañinas emocional, física y mentalmente. Además, realizar dieta es un factor de riesgo para desarrollar un trastorno de conducta alimentaria y es un elemento predisponente para la ganancia de peso. Tampoco podemos dejar a un lado el “efecto yo-yo” asociado a las dietas, con el que se pierde peso, se recupera y se intenta volver a perder. Este efecto está asociado a una peor salud cardiovascular y una muerte prematura

2.¿Dónde encontramos cultura de dieta presente en nuestra sociedad?

Algunos lugares en los que podemos detectar signos de cultura de dieta en nuestra sociedad son

Supermercados: Podemos sentirnos juzgados o juzgadas por comprar ciertos alimentos a la hora de hacer la compra. Por ello, la industria alimentaria siempre pone a mano los productos denominados como “light”.

Sistema sanitario: Pacientes que llegan a la consulta con dolencias diversas y que, por tener un cuerpo más grande, reciben automáticamente la indicación de perder peso. Muchas veces, esto puede derivar en un mal diagnóstico para la persona a la vez que la culpa por tener un cuerpo grande aumenta.

Puesto de trabajo: Algunas investigaciones indican que los trabajadores y trabajadoras con mayor peso tienen menos oportunidades para conseguir un empleo en comparación con los trabajadores y trabajadoras con menos peso. Ocurrirá de la misma manera al pensar en sus sueldos, serán menores. Este fenómeno ocurre especialmente a las mujeres.

Gimnasios: En estos centros se vende la idea de que allí puedes quemar ciertas comidas a través del ejercicio para así tener un cuerpo más pequeño. Con esto interpretamos que el gimnasio está para perder peso y no para hacer algo que podemos disfrutar y nos hace sentir bien, además de ser un buen hábito de vida.

Restaurantes: Muchas personas se sienten juzgadas si piden un alimento etiquetado por la cultura de dieta como insano debido al tamaño de su cuerpo. Esto hace que acaben evitando ir a ciertos establecimientos y no puedan disfrutar de la comida o de un momento de ocio con allegados. En contraste a lo que harían personas con un cuerpo más pequeño.

Anuncios de televisión, libros, películas, revistas…: la mayor parte del reparto en películas y series de televisión suele tener un cuerpo delgado, invisibilizando así la diversidad de cuerpos existente. Además, existen miles de artículos en revistas indicándonos cómo tener un cuerpo perfecto, que suele conllevar adelgazar para tener un cuerpo más pequeño.

Tiendas de ropa: Aunque en los últimos años haya aumentado la oferta, sigue sin haber suficientes comercios y marcas que ofrezcan prendas en tallas grandes. Además, estas prendas suelen tener un precio más alto que las prendas con tallas más pequeñas.

Además de todos estos lugares en nuestra vida cotidiana, la cultura de dieta aparece con cada evento social o estación del año. Por ejemplo, en enero los propósitos de año nuevo nos recuerdan que nos pongamos a dieta y en mayo volvemos a recibirlos para preparar nuestro cuerpo para el verano.

3.¿Las dietas funcionan?

Hacer dieta no funciona para la mayoría de las personas.

Después de leer la anterior afirmación te estarás preguntando cómo es posible; conoces a mucha gente que ha probado dietas milagro o personas que te venden sus productos (como batidos) que adelgazan con resultados muy notorios.

Realmente, lo que suelen vivir estas personas es que adelgazan, pasa un tiempo y luego recuperan volviendo al peso inicial o ganando peso. Hacer dieta no produce cambios sostenibles en el tiempo

Cinco años después, el 95% de las personas que realizan una dieta recuperan el peso perdido. Además, el 41% ganarán más kilos de los que perdieron. Este último grupo de personas es más propenso a presentar obesidad entre uno y quince años después que si no hubieran hecho dieta.

Esto se debe a que la restricción de calorías produce hormonas relacionadas con el estrés cuyo fin es aumentar la grasa abdominal. Esa grasa se asocia a problemas médicos como diabetes y problemas cardiovasculares, independientemente del peso de la persona. Además, la ansiedad que conlleva la dieta hace que las personas sean más propensas a comer en exceso y, por ello, aumentar de peso.

3.¿Qué está en tu mano?

Después de esta información, puede que no sepas qué hacer sabiendo que has absorbido muchas ideas de la cultura de dieta. A continuación, te dejo unas sugerencias para empezar a desaprender:

-Tener una visión crítica al ir a hacer la compra. En el supermercado encontrarás mensajes camuflados con la idea de producto saludable, aunque haya productos mejores como los productos frescos.

-Incorporar a tu vocabulario halagos y cumplidos que no estén relacionados con el aspecto físico de las personas. Por ejemplo: “eres una persona brillante”, “el mundo necesita más gente como tú” o “me encanta tu autenticidad”.

-Ser paciente contigo. Llevas toda la vida escuchando todos estos mensajes y seguramente transmitiéndolos. Irás siendo cada vez más consciente y podrás ir incorporándolo a tu día a día poco a poco.

-Compartir el enlace de este artículo si te ha gustado para que el mensaje vaya llegando a más gente.

La idea más importante con la que te debes quedar es que tu cuerpo es válido tengas la talla que tengas.

Si te has quedado con ganas de más, puedes contactar con nosotras y estaremos encantadas de recomendarte bibliografía y profesionales sanitarios y sanitarias que trabajan alejados de este modelo de pensamiento

En los siguientes artículos seguiremos desgranando este tema, hablando y creando debates necesarios para, poco a poco, ir creando una vida fuera de la cultura de dieta.

Nuestros cuerpos no son el motivo por el que vivimos sino la herramienta que nos permite vivir.

Raquel Aragoneses Velasco
Psicóloga General Sanitaria
Nº colegiada M-33871

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