Cómo ayudar a alguien con Trastorno de la Conducta Alimentaria

La pandemia por el coronavirus (COVID-19) está ocasionando múltiples consecuencias a nivel físico y psicológico. Las personas que ya tenían alteraciones emocionales o dificultades previas a esta situación de pandemia están siendo más propensas a desarrollar desórdenes de la conducta alimentaria, un tipo de trastorno mental que puede debutar o detectarse durante estos meses debido al confinamiento inicial y la incertidumbre y posibles grandes cambios en su rutina que han llegado después y parece que nos acompañarán durante un tiempo. Aquí podrás ver cómo ayudar a alguien con un Trastorno de la Conducta Alimentaria.

¿Qué son los trastornos de la conducta alimentaria?

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son trastornos mentales graves que se caracterizan por un comportamiento patológico frente a la ingesta alimentaria y una obsesión por el control de peso.

Están originados por la interacción de diferentes causas de origen biológico, psicológico, familiar y sociocultural. Y apoyados sobre una deformación del sistema de autoconcepto y autoestima que repercute en todas las esferas de la persona (física, mental y social).

Desde un enfoque terapéutico, los psicólogos y psicólogas utilizamos la metáfora del iceberg para explicar cómo funciona el trastorno:

Desde un enfoque terapéutico, los psicólogos y psicólogas utilizamos la metáfora del iceberg para explicar cómo funciona el trastorno de la conducta alimentaria. ¿Cómo ayudar a alguien con un Trastorno de la Conducta Alimentaria? ten en cuenta lo que el iceberg esconde.

En la punta del iceberg tenemos la parte más visible, los síntomas relacionados con cuerpo y comida. Y debajo encontramos lo que los está manteniendo, destacando como agente principal una baja autoestima.

Existen diferentes subtipos dentro de los TCA. Sin embargo, es más habitual que las personas que los sufren vayan pasando de uno a otro por lo que es más acertado verlos como un continuo. Una misma persona puede restringir comidas durante un tiempo y de ahí pasar a tener atracones o a tener conductas obsesivas.

Estas conductas conllevan consecuencias físicas que pueden llegar a ser muy graves para nuestro cuerpo como la desnutrición o los problemas cardíacos.

La base del trastorno se puede apreciar en perfiles de personalidad perfeccionistas y con una gran autoexigencia mantenidas por creencias irreales e idealizaciones sobre la vida. Estas creencias acaban afectando a las relaciones sociales de la persona que lo sufre viviendo situaciones injustas y frustrantes. Como consecuencia, estas personas acaban realizando comportamientos perjudiciales para ellos y ellas con el objetivo de aliviar ese malestar.

Algo fundamental a la hora de pedir ayuda es tener conciencia del problema que se está gestando. Las personas con un TCA a menudo no son del todo conscientes de lo que están viviendo, lo que dificulta el proceso ya que su motivación para el cambio puede ser baja.

Por ello, es conveniente observar a la persona que pueda empezar a tener un problema en su relación con la comida, mantener la calma y establecer una buena comunicación.

Es sumamente importante pedir ayuda a profesionales especializados para saber manejar el problema. Los profesionales brindarán las herramientas adecuadas para ayudar a la persona y su entorno de una manera individualizada.

Señales de alerta

Estas son algunas de las señales que pueden alertar sobre un problema con la comida en alguien cercano:

  • Interés exagerado por recetas de cocina y la preparación de la comida para los demás.
  • Comportamiento alimentario extraño (velocidad de la ingesta alterada, evita ciertos alimentos, preferencia por comer sola o solo, etc)
  • Cambios en el apetito y pérdida de peso o grandes fluctuaciones de aumento de peso.
  • Abre innecesariamente grifos o tira de la cadena varias veces al ir al servicio.
  • Preocupación excesiva por el peso y la figura corporal.
  • Miedo y rechazo exagerado al sobrepeso.
  • Práctica de ejercicio físico de forma compulsiva.
  • Alta tendencia a la autocrítica, sobre todo con el propio cuerpo.
  • Aislamiento progresivo.
  • Aumento de la irritabilidad y agresividad.
  • Inestabilidad emocional.
  • Aumento de los síntomas depresivos y/o la ansiedad.
  • Comportamientos manipulativos y aparición de mentiras.

Cómo ayudar a alguien con Trastorno de la Conducta Alimentaria

Ante la sospecha de un caso próximo, pide ayuda profesional

  • Escucha a la persona y muéstrate comprensivo/a. Crea un espacio de comunicación y confianza donde podáis compartir lo que sentís, vuestras preocupaciones y miedos. Tu sinceridad es fundamental
  • Explícale con tranquilidad lo que has visto que te ha hecho sospechar que esté sufriendo un TCA
  • No pelees con temas de comida. Mantén las rutinas familiares de la manera más normalizada posible.
  • Anima a la persona a que pida ayuda profesional y guíale sobre cómo puede hacerlo, profesionales especializados en tu ciudad o médico de familia.
  • Si la persona niega que tiene un problema, no lo dejes pasar, vuelve a tratarlo en otro momento.

¿Qué no hacer o evitar?

  • Evita sobreproteger y controlar.
  • No hagas comentarios sobre el cuerpo, su peso o si ha engordado o adelgazado.
  • No te pelees con él o ella por la comida.
  • Evita comentarios negativos constantes a su conducta y resalta sus cualidades de una manera objetiva.
  • Evita realizar dietas o ejercicio excesivo delante de la persona afectada.

Si se sincera contigo, no ocultes la enfermedad, anímale a pedir ayuda profesional

Raquel Aragoneses Velasco

Psicóloga sanitaria especializada en Trastornos de Conducta Alimentaria

Colegiada nº M-33871

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